Imelda Marcos consigue que trasladen a su marido al Panteón Nacional de los Héroes de Filipinas

Por hola.com

No siempre se consigue todo lo que se desea al mismo tiempo. Imelda, la mariposa de hierro, viuda del ex Presidente filipino Ferdinand Marcos, es noticia por una doble actualidad. Tras un largo silencio, en el que no ha dejado de batallar por conseguirlo, Imelda, que fue una de las mujeres más bellas en su juventud, hizo realidad el deseo soñado de que el cadáver de su marido fuera trasladado en la urna en la que se mantenía momificado desde hace años, cubierto por sus más queridas condecoraciones, del lugar donde era visitado por los suyos al Panteón Nacional de los Héroes de Filipinas.

Se asegura que, lo que es casi un milagro, lo consiguió gracias a la amistad de la que fue en su día primera dama filipina con la actual Presidenta de su país, Gloria Arroyo. Pero, al mismo tiempo, las famosas casas de subastas internacionales Christie ’s y Sotheby tasaban en la sede del Banco Central filipino, en Manila, el pasado 15 de septiembre, las fabulosas joyas de Imelda, que en su día fueron incautadas a los Marcos tras la muerte del dictador. No obstante, Imelda alertó a las casas de subastas internacionales de que el plan de ventas de millones de dólares en joyas es, según ella, ilegal, comunicando que sus abogados están preparados para presentar un mandamiento judicial en un Tribunal de Manila para detener la proyectada subasta, que ya ha causado sensación e interés en todo el mundo.

Imelda, que en su día fue considerada como una de las fortunas más grandes no sólo de Oriente, sino del mundo entero, famosa, además, por su fabulosa, increíble, colección de zapatos, que aún conserva en su residencia filipina, ha vuelto de esta doble manera a la actualidad, habiendo sido retratada hace muy pocos días completamente vestida de negro, enlutada, elegante, como siempre, junto a la urna que contiene los restos de su marido, que gobernó su país durante largos años. Y con dos únicas joyas en su ropa:aparte los pendientes, una rosa de rica orfebrería en el pecho y la bandera de su país.