Las vacaciones de los príncipes Haakon y Mette-Marit en Mallorca han tocado a su fin. Los Herederos noruegos regresan a casa, con las pilas cargadas y bronceado mediterráneo, después de haber permanecido cuatro días en la isla, invitados por Kyril de Bulgaria y su esposa, Rosario Nadal, en su residencia de Porreres.
Jornada marinera en el Fortuna Desde su llegada a la isla, el pasado domingo, y a diferencia del príncipe Haakon que ha frecuentado las playas de Palma, escasearon las apariciones públicas de la [princesa Mette-Marit], embarazada cinco meses de su tercer hijo (el segundo, fruto de su matromonio con Haakon). La Princesa se recluyó en la residencia de los Príncipes de Preslav y sólo salió el pasado miércoles para navegar en el Fortuna, por aguas de Cabrera, junto a sus anfitriones; los Duques de Palma y Cristina de Borbón-Dos Sicilias y su marido, Pedro López Quesada. Recuérdese que éste último y Rosario Nadal fueron los padrinos de bautizo de Irene, la hija de los Duques de Palma, que recibió las aguas de cristianar hace algo menos de un mes en una íntima ceremonia celebrada en el palacio de la Zarzuela.
La pequeña princesa Ingrid Alexandra tampoco se perdió la travesía. Sentada en una sillita de bebé, llegó a la base naval de Portopí con el chupete puesto, y acompañada por su hermano Marius, fruto de una relación anterior de la princesa Mette Marit. Los Herederos regresaron a Portopí al atardecer. Ocasión en la que pudo verse a la Princesa una abultada tripa de embarazada, que ocultaba bajo una vaporosa camisa de flores.
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