Rania de Jordania: 'Tener un bebé es un estupendo recordatorio de cuánto amor somos capaces de sentir y de dar'

Por hola.com
- Dada su posición, única en la región, ¿cómo ve su papel de puente entre la sensibilidad occidental y la islámica?
- En Jordania estamos trabajando diligentemente para ser un puente y un intermediario para el diálogo y la comunicación internacional y entre las religiones. También nos estamos esforzando en reducir y eliminar el tipo de situaciones que conducen a la propagación del odio y el extremismo. Pero necesitamos socios para esta empresa. Necesitamos sentir que nuestros socios occidentales, así como otras naciones de la región, se comunican entre ellos y están haciendo realmente un esfuerzo para encontrar nuevas formas de progresar juntos.
- ¿Cómo describiría su relación con Su Majestad?
- ¡Equipo de trabajo! Esas palabras realmente lo dicen todo. Aunque mi marido tiene evidentemente un mayor papel político y está involucrado en la elaboración de la política nacional, yo le complemento trabajando con las organizaciones de la sociedad civil. A él le interesa mi trabajo y a mí el suyo; y así tiene que ser, porque todo lo que hacemos está muy interrelacionado. A menudo, cuando estamos cenando o sentados en el jardín, reflexionamos sobre lo que hemos visto en las recientes visitas por todo el reino o él me pide que escuche un discurso o le lanzo algunas ideas para una entrevista. Smos el mayor admirador del otro y su crítico más severo. Yo valoro su consejo y me tomo muy en serio lo que me dice, y sé que él hace lo mismo. Tenemos una dinámica de respeto en nuestra relación y funciona muy bien.

Vida normal, anonimato...
- ¿Hasta qué punto puede llevar una vida normal?
- Contrariamente a lo que pueda creer la gente, debido a nuestra situación geográfica, Jordania es un lugar muy seguro y sin complicaciones. Hacemos cosas sorprendentemente normales como salir a restaurantes o ver películas en casa, o a mi marido le gusta agasajar a los amigos con una barbacoa aquí en Aqaba. Muchos de nuestros amigos son gente corriente que conocimos en nuestro trabajo antes de que estuviéramos juntos.
- ¿Alguna vez anhela el anonimato de su vida anterior?
- Anhelo mucho el anonimato. Me resultó muy difícil adaptarme a perder la vertiente privada de mi vida cuando mi marido llegó a ser rey, porque por naturaleza soy una persona muy celosa de mi vida íntima. Al mismo tiempo, me encanta relacionarme con la gente y sé que soy muy afortunada por conocer a tanta gente fascinante.
- ¿Alguna vez se siente intimidada al sentarse en un debate con líderes mundiales?
- Al principio me sentía muy intimidada y pensaba: ‘Dios mío, todas esas personas tan tremendamente importantes van a escuchar lo que yo tengo que decir’. Pero en estas situaciones siempre lo llevo preparado y trato de ofrecer una nueva perspectiva. Lo que resulta interesante es que muchas de las figuras que tú más admiras son en realidad muy prácticas y admirables, porque siguen estando en contacto con su humanidad. Yo no diría que soy una persona con una exagerada confianza en sí misma. Hay muchas situaciones en las que aún me siento incómoda. Por ejemplo, estoy mucho más a gusto debatiendo temas que asistiendo a ceremonias oficiales, como una cena de Estado.