El vicario de Roma Camillo Ruini, que oficiaba la misa el viernes, que se estaba celebrando en Roma, comentó que 'Juan Pablo II ya ve y toca al Señor'. Poco antes el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, señaló que el estado de salud del Pontífice "se ha agravado aún más".
Esa misma tarde, fuentes médicas aseguraban que "no hay más esperanza para el Papa". El texto del último boletín emitido por la Santa Sede decía ya que "las condiciones generales y cardio-respiratorias se habían agravado ulteriormente. Se registraba una creciente hipotensión arterial y la respiración se había hecho superficial". El comunicado añadía: "el Santo Padre, con visible participación, está en la continua oración de todos los que lo asistimos".
Arranca la maquinaria de la Sede Vacante
Una vez certificada la defunción de Juan Pablo II, la maquinaria vaticana preparada para esta ocasión, que trabaja sin descanso desde hace semanas, proseguirá con el proceso formulado y milimétricamente definido para la ocasión. Se trata de la Sede Vacante y se refiere al tiempo que transcurre desde la muerte de un Pontífice hasta la elección y proclamación de su sucesor. Los primeros pasos de este proceso ya han comenzado con la destrucción del sello y escudo de Juan Pablo II y el sellado de los aposentos privados que el Papa ocupaba en la última planta del Palacio Episcopal del Vaticano.
Muestras de dolor y condolencia
Los Reyes y el resto de la Familia Real han recibido esta noche "con profundo dolor" el fallecimiento del Papa Juan Pablo II, anunciado por el Vaticano a las 21.37 horas, según ha comunicado el portavoz de la Casa Real. La Familia Real española ha mantenido una estrecha y cordial relación con Juan Pablo II durante los más de 26 años de su pontificado, durante los cuales visitó España en cinco ocasiones. Hasta que el Vaticano no establezca el protocolo de los funerales y de la posterior proclamación del nuevo Papa, en la Casa del Rey no se decidirá qué miembros de la Familia Real asistirán a los actos.
Por su parte, George Bush ha anunciado tres días de luto nacional en Estados Unidos, mientras que en España, el presidente Rodríguez Zapatero envió un telegrama a la Santa Sede en el que expresó sus condolencias por la muerte del Pontífice, elogiándolo como una de las figuras mundiales más relevantes de la historia reciente.
El Gobierno ha decretado que el lunes será un día de luto oficial, y a partir del domingo ondearán a media asta las banderas en todos los edificios públicos, los establecimientos militares y los buques de la Armada.
