La reina Noor no se da por vencida: "Mi hijo seguirá sirviendo a Jordania"

Por hola.com

Tras destituir al príncipe Hamzah de su título, el hijo del rey Abdalá II, de 10 años, se convirtió el lunes en Príncipe heredero de Jordania. Al no haber designado el Rey, explícitamente, a un sucesor, es su hijo, el príncipe Hussein, el heredero legal hasta que se realice un anuncio formal, según la constitución del país.

La decisión del monarca, anunciada por televisión, cogió por sorpresa a la mayoría de jordanos. Funcionarios, políticos y analistas del país aseguran que el rey Abdalá ha actuado dentro de sus derechos constitucionales y rechazan cualquier especulación sobre intrigas palaciegas. Otros cuestionan, en cambio, el momento de la medida, en plena incertidumbre política en Irak y Palestina, y la estrategia de comunicación: anunciar a través de las cámaras la modificación del artículo 28 de la Constitución, que invalida el añadido incorporado en 1965 sobre la posibilidad de designar al Heredero, pasando por alto al primogénito de cada soberano.

Asimismo, fuentes cercanas a la familia aseguran que la noticia también ha disgustado a la reina Noor, que había educado a su hijo como futuro Rey. Y es que la soberana, ligada a la corte, exclusivamente ya, como madre del Heredero, se ha visto, con esta decisión, desprovista de todo poder. Pero, aunque con esta medida se ha zanjado la guerra fría existente entre las reinas Noor y Rania por hacer prevalecer a sus hijos primogénitos en la línea de sucesión al Trono, la última esposa del rey Hussein no se da por vencida y ha declarado, al respecto -sin mencionar a Abdalá ni la decisión de éste-, que su hijo "continuará sirviendo a Jordania", pese a la resolución del rey Abdalá de destituirlo como Heredero a la corona hachemita.

Se veía venir el temporal en la Familia Real jordana. El primer aviso se produjo en agosto de 2003 con la boda del príncipe Hamzah y la princesa Noor. La nupcias del Heredero no se celebraron por todo lo alto en Palacio, como cabía esperar, sino más bien lo contrario. Fue un enlace de poca cobertura y boato. El segundo aviso tuvo lugar hace meses, cuando repentinamente desaparecieron las fotografías del príncipe Hamzah que habían permanecido colgadas, hasta el momento, junto a las del difunto rey Hussein y de su hermanastro, el rey Abdalá, en los edificios públicos jordanos.

Todo conducía al mismo desenlace. Según declaró Mustafá Hamarneh, director del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Jordania, "tenía que pasar, y cuanto antes, mejor. Pero debería haberse hecho de forma más clara en lugar de ponerse en contacto con los medios locales pidiendo a los periodistas que le restaran importancia". Muchos políticos afirman que la destitución del Príncipe Hamzah subraya la consolidación del poder del Rey y pocos funcionarios esperan que el cambio tenga repercusiones en la estabilidad de Jordania.