Carlota de Mónaco, fotografiada por primera vez tras cumplir dieciocho años

Por hola.com

No se la había vuelto a ver desde el día en que, a comienzos de agosto, alcanzó su mayoría de edad, fecha, obviamente, muy señalada y significativa para cualquier joven, y que la hija mayor de la princesa Carolina celebró de forma privada: primero —la víspera—, con un numeroso grupo de amigos, en el Club Stars y Bar, de Montecarlo, y después, tras un baño y un almuerzo en la Villa du Beach, con una gran fiesta en el palacete de La Vigie, perfectamente remodelado y decorado fechas antes por su madre, la princesa Carolina de Hannover, y su esposo, el príncipe Ernst, para su puesta de largo, en la que lució un precioso diseño de Karl Lagerfeld, quien también estaba entre los invitados al evento.

Tampoco se la vio en el Sporting Club de Montecarlo —fue la gran ausencia, ya que su presencia era por todos, especialmente por los reporteros, ansiada— con motivo de la Gala de la Cruz Roja, de Mónaco, por más que muchos creían que ése sería el mágico momento y el magno escenario en que tendría lugar su aparición cual radiante princesa, estrenando así, públicamente, su mayoría de edad en una de las grandes celebraciones del Principado. No se dio después explicación alguna de por qué no acompañó a su abuelo, su madre y sus tíos en la citada gala. Sin embargo, muchos han querido deducir que la hija mayor de la princesa Carolina, al no tener, en principio, obligación social y oficial algunas, ha querido —y ha podido— en consecuencia, y de acuerdo con su madre, no buscar protagonismo alguno ese día, un protagonismo que, sin duda, habría obtenido por encima del que han podido tener todas las personalidades asistentes a la Gala de la Cruz Roja.