Las vacaciones de los príncipes Pablo y Marie-Chantal con sus hijos en Porto Cheli (Grecia)

Por hola.com

No es difícil perder el rumbo. Afortunadamente, he sido criada con unas normas y disciplina. Antes era una engreída; ahora he crecido y he madurado. Pienso que es importante que una mujer encuentre algo creativo en lo que ocuparse: trabajar’.

Marie-Chantal: ‘Cada día me doy cuenta de lo privilegiada que soy’
Mientras tanto, el heredero del Trono noruego, el [príncipe Haakon], pone música y los hijos de Pablo y Marie-Chantal salen bailando mientras comen algo. La mayor, María Olimpia, juega con dos pesadas barras muy antiguas que ha encontrado en el recibidor; el segundo, Alexis Constantino, come una rebanada de pan y cuando ríe le salen unos pequeños hoyuelos en las mejillas; mientras que el más joven, Aquileas Andrea -que tiene la fisonomía más griega de los tres -,hace pompas de jabón con sus primos Tassimo, Tatiana y Talita y corre con ‘Biscuit’, un perro de raza King Charles.

Le pregunto a Marie-Chantal si se da cuenta delo privilegiada que es.'Cada día -contesta sin esfuerzo - doy un paso atrás,miro la vida e intento ser humilde, hacer todo lo posible por devolver los regalos que la vida me ha hecho, e intento transmitir este punto de vista a los niños. Esa es también la razón por la que he creado la institución Pablo y Marie-Chantal. No contamos con la infraestructura institucional de otras familias reales para avanzar con rapidez, pero queremos ofrecerles lo mejor a los niños.

Veinte mil dólares del dinero que hemos recaudado de la venta de camisetas con la bandera griega, vendidas a través de la revista Life & Style ,irán a la institución infantil Mother, y el resto, a la publicación de libros infantiles‘.

'Ahora sé el placer que aporta un bebé a la vida de los padres'
Cuando la conversación aborda su embarazo y el sexo del bebé que esperan, sonríe enigmáticamente. 'Lo importante es que los niños nazcan sanos. Nosotros preferimos no anunciar el sexo, para no darle importancia. Queremos que sea una sorpresa'.

Pablo toma la palabra: 'Ahora sé el placer que aporta un bebé a la vida de los padres, las responsabilidades, todo. Estoy muy contento y mucho más seguro respecto al futuro de lo que lo estaba con elprimer hijo. Olimpia tiene siete años; Constantino, cinco, y Aquileas, cuatro. Lo hacemos todo juntos.

Nadamos, subimos a las rocas, cogemos erizos de mar, vemos dibujos animados, esquiamos, jugamos al escondite, al golf, contamos cuentos...

Les interesa todo. Nosotros queremos que aprendan muchas cosas y eso nos alegra. Es importante que se sientan seguros de sí mismos ,que reciban estímulos, porque eso les ayudará a desarrollarse. Unos avanzarán con más rapidez y otros con menos. Lo importante es darles tranquilidad para crecer y animarles a tomar decisiones y a ser responsables, sin presionarles.

Queremos que crezcan con normalidad, con humildad, con amor, con límites y reglas. E independientemente de sus preferencias, queremos que se esfuercen por hacer las cosas lo mejor posible'.