Don Juan Carlos y doña Sofía: ellos también fueron jóvenes

Por hola.com

Se conocieron en 1954 durante un crucero de lujo que organizó la reina Federica de Grecia para los jóvenes miembros de las casas reinantes europeas. Se volvieron a encontrar con los años, en fiestas, bodas y recepciones reales pero no fue, hasta el año 1961, con motivo del enlace matrimonial de los duques de Kent, cuando decidieron prometerse en secreto.
La boda se celebró en mayo de 1962, en Atenas, en una doble ceremonia. La primera, en la catedral católica de San Dionisio -doña Sofía entró, con este acto, a formar parte de la Iglesia Católica-, y la segunda, en la catedral ortodoxa. Doña Sofía, emocionada, tuvo que usar el pañuelo de don Juan Carlos para enjuagarse las lágrimas.
Después de un largo viaje de luna de miel alrededor del mundo, los entonces príncipes se instalan en Madrid. La ciudad a la que don Juan Carlos había llegado, con sólo 10 años, el 9 de noviembre de 1948, para ser educado bajo la tutela de Franco en un país aislado del mundo.

Unos ventanales a un bosque de pinos
Los primeros años de matrimonio transcurrieron de una forma sencilla, feliz e íntima. Don Juan Carlos y doña Sofía llevaron una vida austera, sin lujos, pero feliz. Habían decidido contra todo pronóstico quedarse a vivir en Zarzuela. Un pequeño palacete donde podían hacer, de verdad vida familiar. Una casa en la que no tendrían que compartir su vida con decenas de sirvientes y desde la que podrían ver, gracias a los inmensos ventanales de la casa, un bosque de pinos y alcornoques por donde no han dejado de pasear, tranquilamente, ciervos, jabalíes y conejos.
"Mi vida es sencilla; pueden decir de mí que soy una persona corriente. Vivo al día, no tengo planes inmediatos ni sueño con la fecha en la que me convertiré en Reina de España. Me gusta la vida no oficial. Estar al lado de mis hijos y tomar las cosas como vienen… Vivo entre la gente, tengo una casa un poco más grande de lo habitual, aunque no puede ser considerada como un gran palacio, voy de compras a los grandes almacenes y yo misma pago el importe", explicó la Princesa durante una rueda de prensa en Washington, pocas horas después del encuentro con el presidente Nixon.