Japón se divide ante el debate de la ley de sucesión al trono

Por hola.com

La princesa, de 40 años, está enferma y lleva apartada de sus tareas desde el mes de diciembre. Fecha en la que fue hospitalizada a causa de un herpes zoster, una dolorosa erupción cutánea, provocada por el estrés.
Los japoneses están realmente preocupados por la depresión (causa de otras de sus enfermedades) de la Princesa heredera ya que, a su modo de ver, si ésta no fuera realmente algo serio, el [príncipe Naruhito] nunca hubiera roto el silencio que, por siglos, ha acompañado, tras los muros de palacio, la existencia de la Familia Imperial.

Debate público sobre la sucesión
El príncipe heredero Naruhito declaró durante su último viaje a Europa -asistió solo a [la boda del príncipe Federico de Dinamarca] y a [la del Príncipe Felipe, en España]- que lo que más había hecho sufrir a su mujer había sido elc ambio tan radical que había dado su vida; y reprochó públicamente la presión ejercida sobre Masako para que se adapte a las conservadoras costumbres reales. Sus observaciones, que los medios de comunicación interpretaron como un ataque a la Agencia de la Casa Imperial que controla casi todos los aspectos de la vida de las familias reales, condujeron a un sorprendente debate público sobre el cambio de la ley de sucesión.
El Príncipe ha pedido perdón a sus padres, aunque no se retracta de lo dicho. Asimismo, los emperadores han hecho saber que, a partir de este momento, la Familia Imperial volverá a responder a todas las preguntas e interrogaciones con el silencio y, también, bajo ninguna circunstancia, harán caso de las especulaciones por muchas mentiras que se escriban sobre ellos.

Masako debe luchar por su hija
La llegada de Masako a la Casa Imperial del Japón, con su inmenso currículum, y su dominio del mundo, supuso para 127 millones de japoneses el nacimiento de la esperanza de que un nuevo mundo arrasaría con las tradiciones milenarias.
Han pasado 11 años desde entonces, y Masako no sólo no ha cambiado las rígidas leyes de la Casa Imperial, sino que, además, y a los ojos de la Corte, no ha sido ni capaz de dar a luz un varón... Sin embargo, y contrariamente a lo que se pensó tras conocer la noticia de que ésta había sido madre de una niña, la Princesa fue respaldada por la gran mayoría de sus conciudadanos y muy especialmente por las mujeres.
Un sector de la población que ha visto en ella la posibilidad de alcanzar unos derechos que hasta ahora les han sido negados... Por ello, se han echado a la calle. Y, por ello, también animan, a Masako para que luche por el cambio de esas normas que impiden que su hija pueda sucederla un día en la dinastía más antigua del mundo como Emperatriz del Japón.

La [princesa heredera Masako de Japón] (40) ha dicho que la presión de vivir en el seno de la dinastía más del mundo podrían ser la causa de