Noor de Jordania: la reina de la paz

Por hola.com

Absolutamente cautivadora. Así se muestra la reina Noor de Jordania en una entrevista para el Washington Post en la que habla de lo que ha supuesto para ella ser viuda y madre, guiar a sus hijos hasta la universidad, su trabajo, e intentar llevar una vida "normal". "Siempre seré una persona reservada por naturaleza y al mismo tiempo motivada para el oficio público", dice. "Por eso siempre voy a estar intentando reconciliar estas dos partes esenciales de mi persona. Es evidente que esto funciona bien a veces y que puede ser bastante incómodo en otras ocasiones. Voy aprendiendo poco a poco".

Se la considera brillante, amable y atractiva, pero se muestra incómoda en los grandes grupos y exasperada con la charla trivial. En las fiestas, dice Noor, que sencillamente intenta pasar un rato con los amigos, apoyar a las organizaciones y "desaparecer en el papel de la pared". Dice que siempre ha sido torpe socialmente. "No soy buena para la cháchara. No porque la desprecie -porque es una forma muy importante de relacionarse en nuestro mundo- sino porque nunca se me ha dado bien". Ya desde niña, Noor que se crió en medio del privilegio -colegios privados de elite, viajes a Austria y Suiza para esquiar-, era "solitaria y libresca" y lo que más le gustaba eran las conversaciones "de mayores". Cuando ingresó en la Universidad de Princeton, en la que se graduó en 1974, sus compañeros de clase la tacharon de esnob y altiva. Nunca más lejos de la realidad. Su talante reservado estaba hecho a la medida para convertirse en Reina y ella abrazó su nueva vida y su nuevo nombre (como regalo de bodas, Hussein le bautizo con el de Noor al Hussein, Luz de Hussein). Noor se convirtió en una revelación de los medios de comunicación desde el mismo día en que contrajo matrimonio con el Rey jordano (1978), cuando tenía 26 años. Aceptó con alegría su nuevo papel.

Durante 21 años, Noor fue la esposa de Hussein y embajadora extraoficial de Jordania en el mundo. Hace cinco años que él murió, dejándola un pasado regio, pero no el trono. Veintiséis años más tarde algunas cosas han cambiado mucho y otras muy poco. Noor ha puesto en práctica planes ambiciosos para mejorar las vidas de los jordanos en lo económico, educativo y cultural. En su página Web hay una lista interminable de organizaciones benéficas de todo el mundo con las que colabora: Internacional de Refugiados, Supervivientes de Minas Antipersonas, Network, Internacional de Preservación, el Fondo Mundial de la Vida Silvestre. Hace entre 70 y 100 discursos y apariciones al año. Pero, sin lugar a dudas, el peso del título real eclipsa todo los demás.