El Rey apadrina cinco pingüinos en nombre de sus nietos

Por hola.com

Se llaman Felipe, Victoria, Juan, Pablo y Miguel. Son aún muy niños. Y viven en la Antártida. Aunque llevan los nombres de los cinco nietos del Rey, se trata de cinco polluelos de pingüino. Los militares y científicos de una de las dos bases que ha visitado el Rey, en su paso por la Antártida, la Gabriel de Castilla, obsequiaron a don Juan Carlos con la fotografía de cinco de estos pintorescos animales, con un cartel que indica el nombre del niño que, en realidad, le apadrinará. Un regalo entrañable para los hijos de las infantas que, ya este verano, mostraron su cariño hacia los animales, liberando tortugas en las aguas mediterráneas.

Una naturaleza inhóspita
El Rey ya manifestó en 1996 al anterior presidente de Chile, don Eduardo Frei, su interés por visitar las dos bases científicas en las que trabajan más de ochenta españoles, en el famoso verano austral, en temas tan diversos como los movimientos sísmicos, el proceso de deshielo en los glaciares y un largo etcétera de fenómenos naturales motivados, en gran parte, por los descuidos del hombre con el medioambiente.

Perfecta forma física
En esta visita, el rey don Juan Carlos ha demostrado que se encuentra en una excelente forma física. El Monarca ha recorrido las bases, y contemplado la naturaleza, en plenas ventiscas de nieve y con temperaturas siempre inferiores a los cero grados centígrados. En cada una de las bases, el Rey pudo ver, in situ, las duras condiciones en las que trabajan los hombres y mujeres que realizan allí misiones especiales que beneficiarán a todo el planeta. En los últimos ocho años, España ha llevado a cabo más de cuatrocientos proyectos de investigación en este fin del mundo tan real como frío.