El pasado viernes 2 de enero de 2004,Victoria de Saboya Coureau, bisnieta de Humberto II, último Rey de Italia, abandonaba la clínica de Ginebra en la que había nacido cinco días antes. Curiosamente era su padre, el príncipe Filiberto, y no su madre, la actriz francesa Clotilde Coureau, quien la llevaba en brazos y quien, a la vez, salía en silla de ruedas. Lo inusual de la imagen tenía su explicación en el hecho de que el príncipe se sigue recuperando del accidente de moto que sufrió el pasado 3 de diciembre y que impidió que la pequeña naciera en Roma, tal y como era en un principio el deseo de la pareja, puesto que Filiberto de Saboya no podía, por consejo de los médicos, viajar para estar en Italia junto a su esposa los días previos al parto. De ahí que, en esta insólita ocasión, fuera la actriz Clotilde Coureau quien empujara la silla de ruedas en la que iban su marido y su hija.
No pudo ser en Roma Cabe recordar que días después del accidente sufrido por el príncipe Filiberto, en el que tuvo múltiples fracturas, su esposa ya vio inmediatamente que le era imposible dar a luz en Roma, puesto que ella lo que no quería era tener que estar separada de su esposo en un momento tan delicado y tan importante para ambos. Por eso declaraba: ‘Queríamos que nuestro bebé naciera en suelo italiano pero, por desgracia, no será posible. Por eso daré a luz en Suiza, ya que quiero que los dos, Filiberto y yo, estemos juntos cuando nuestro bebé venga’. El deseo de que la pequeña Victoria naciera en suelo italiano estaba motivado por la añoranza por su tierra que, durante cinco décadas, han sentido los Saboya, a quienes una ley les impedía, desde 1948,pisar suelo italiano; ley que, afortunadamente, quedó abolida hace ya un tiempo .
