Los reyes Alberto y Paola de Bélgica eligieron Bulgaria como país para vivir el paso del año 2003 al 2004. Y lo hicieron acompañados de un anfitrión excepcional, Simeón de Bulgaria haciendo las veces de Primer Ministro de su país. Alberto II y Paola de los belgas visitaron el monasterio de Rila, próximo al pueblo de Rila, a 120 kilómetros al sur de Sofía. La pareja real pudo disfrutar del arte iconográfico tan rico en esta zona.
2004: un año que se promete feliz para la Familia Real belga El 2003 trajo grandes y bellas novedades para los monarcas belgas. Nació su nieto Gabriel, hijo del Príncipe Heredero, Felipe, y su esposa, la bellísima y elegante Matilde. Además, se casó su hijo menor, Laurent, con Claire Coombs y ambos anunciaron que esperan un hijo para febrero de este año. Tantas y tan buenas novedades las celebraron en Navidad, todos juntos, en el Palacio Real de Bruselas, viviendo intensamente la vida familiar y acudiendo, como era de esperar, al tradicional concierto de Navidad. Sin embargo, los Reyes de Bélgica han querido, este año, alejarse de sus fronteras para celebrar el Año Nuevo. Y qué mejor que acudir, junto a Simeón de Bulgaria, a este bello país y descubrir las joyas artísticas que esconde en sus templos.
Simeón de Bulgaria: un primer ministro con sangre real Simeón de Bulgaria vivió muchos años en el exilio. En junio de 2001 se produjo un hecho histórico y único en la historia contemporánea: un rey destronado, a través de las urnas, logra una sonada victoria en las elecciones parlamentarias de su país. Desde entonces, Simeón II se convirtió en Primer Ministro de Bulgaria. Él y su mujer, la reina Margarita, comenzaron a trabajar intensamente por devolver a su país la esperanza en un futuro mejor. Las Casas Reales de todo el mundo miraron por mucha simpatía la causa de un rey, y político ahora, infatigable por lograr lo mejor para su país.
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