Cerca de 2.000 personas se han trasladado hasta la localidad malagueña de Marbella para asistir al entierro del príncipe Alfonso de Hohenlohe, fallecido el pasado domingo a los 79 años de edad a causa de una grave enfermedad.
El príncipe Alfonso de Hohenlohe ha recibido sepultura hoy en el panteón familiar del cementerio de San Bernabé de Marbella (Málaga).El féretro, adornado con decenas de coronas de flores y una bandera española, fue transportado por los sobrinos del Príncipe y estuvo acompañado en todo momento por sus cuatro hijos, Ariana, Hubertus, Cristopher y Desirée.
Durante el sepelio destacó la presencia del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de la Presidencia, Javier Arenas, que fue el encargado de condecorar al Príncipe con la Medalla de Oro al Mérito Turístico que le fue otorgada por el Consejo de Ministros el pasado 12 de diciembre.
Desde primera hora de la mañana la capilla ardiente del Príncipe estuvo instalada en el Ayuntamiento de la localidad malagueña. A las cinco de la tarde familiares y amigos asistieron a una misa funeral en la iglesia de la Encarnación por el eterno descanso de su alma. Tras el velatorio, los restos mortales de Hohenlohe descansan en el panteón familiar del cementerio de la localidad malagueña.
