Seis años y 128 días después de que murieran en accidente de automóvil en París el 31 de agosto de 1997, Diana de Gales y Dodi Al Fayed, el investigador real de muertes violentas de la Casa Real, Michael Burgess, pondrá en marcha una audiencia pública en Año Nuevo. La encuesta judicial -no será la misma para la princesa que para Dodi Al Fayed- podrá aclarar de una vez por todas el persistente misterio y las numerosas teorías que circulan en torno a su muerte.
Diez preguntas sin respuesta Son diez las preguntas que con más frecuencia se formulan sobre el trágico accidente que acabó con la vida de la Princesa de Gales. Diez preguntas que esperan pacientes su respuesta: * ¿Estaba verdaderamente borracho Henri Paul, el conductor del Mercedes? Y si estaba conduciendo a más de 130 km/hora. ¿Por qué no le grabó una cámara espía al igual que a los demás conductores de la calle? * ¿Recibió Diana atención médica suficiente y con toda la rapidez posible? * ¿Había tomado drogas Diana? * ¿Es posible que estuviera embarazada? * ¿Por qué la policía francesa no protegió las pruebas de la escena del túnel durante más tiempo? * ¿Se habían manipulado deliberadamente las luces o las cámaras de CCTV del túnel? * ¿Qué provocó los niveles anormalmente altos de monóxido de carbono en la sangre de Henri Paul? ¿Hubo una confusión de las muestras de su sangre? * ¿Qué papel desempeñó realmente en el choque el Fiat Uno, supuestamente conducido por un paparazzi? * ¿Estaban Paul y el paparazzi que perseguía el coche contratados por el M16 como afirma el ex espía Richard Tomlison? * ¿Fue realmente un accidente? Si no fue así... ¿Quién organizó el fatal accidente?
Nuevos pasos en la investigación Una encuesta judicial francesa -celebrada a puerta cerrada- ha culpado al chófer, Henry Paul, por haber consumido bebidas y medicamentos y por el exceso de velocidad.
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