Isabel II ha abandonado, sonriente pero con cicatrices en su rostro, el hospital rey Eduardo VII, tras someterse ayer a una doble operación. La operación de rodilla, consistente en la extirpación de un cartílago roto, había sido previamente anunciada y, además, la Reina se había sometido a igual intervención el pasado mes de enero. Sin embargo, la segunda operación constituyó una sorpresa para todos. Se trataba de la extracción de unas erupciones localizadas sobre la ceja derecha de Isabel II. El portavoz del palacio de Buckingham se apresuró a manifestar que se trataba de "una lesión cutánea benigna". La Soberana fue sometida a una intervención quirúrgica que duró una hora y media y que requirió anestesia general.
Un pequeño susto antes de las Navidades Fueron los propios cirujanos los que decidieron extirpar estas erupciones de la frente de Isabel II, quien ingresó en el centro hospitalario el jueves a las siete de la tarde. La operación tuvo lugar al día siguiente a las nueve y media de la mañana. En los chequeos previos a la intervención quirúrgica los médicos valoraron la posibilidad de, aprovechando la anestesia general, someter a la Reina a una pequeña intervención para extirpar un pequeño bulto sobre la ceja izquierda de la Soberana. La Reina, que ha suspendido algunos de los actos a los que tenía previsto acudir (como el tradicional concierto de Navidad o la investidura como caballero a Mick Jagger), quiere pasar unas Navidades tranquilas junto a su familia en Sandringham, en Norfolk.
