Andrea Casiraghi especialmente atento con su abuelo, el principe Raniero

Por hola.com

Mientras la princesa Carolina estaba con su esposo, el príncipe Ernst, en el cumpleaños del príncipe Leopold von Bayern en Alemania —ver reportaje en páginas anteriores—, en Mónaco se celebraba una tradicional fiesta popular, el «pic-nic» que todos los años organiza por estas fechas el Ayuntamiento en La Marina, y más concretamente en el parque Princesa Antoinette. Se trata, en realidad, de una fiesta popular en la que los habitantes del Principado tienen la oportunidad de compartir unas horas sin protocolos formales con los componentes de la familia principesca.

Como decíamos, Carolina no pudo estar presente, pero sí estuvo el príncipe Raniero, en esta ocasión acompañado y atendido de cerca por su hija la princesa Estefanía.

Como se sabe, en los últimos tiempos se comentó que la hija menor del príncipe mostraba un cierto alejamiento familiar desde que inició su última relación sentimental, la que mantiene actualmente con el artista circense Adans Peres. Sin embargo, este último acto viene a demostrar que Estefanía está tan cerca de los suyos como siempre, y en especial de su padre. Mención aparte merece la presencia también en esta fiesta popular, además del príncipe Alberto y la princesa Antoinette (hermana de Raniero), de los nietos del soberano del Principado, Andrea y Pierre Casiraghi, los hijos de Carolina —que estuvieron especialmente atentos con su abuelo—, así como de la pequeña princesa Alejandra, la hija de los príncipes de Hannover.

Tanto Andrea como Pierre, pero especialmente el primero, se mostraron en todo momento muy atentos y cariñosos también con su hermana y ésta, lógicamente, encantada con ellos. Fue ésta una jornada —no hay más que ver las fotografías que reproducimos en este reportaje— muy feliz y entrañable para el príncipe Raniero, al ver junto a él, tan cerca como siempre, no sólo a su querido pueblo, sino también a Estefanía y a sus nietos