Infanta Elena de Borbón: el amor mueve montañas

Por hola.com

Meses después de haber celebrado su octavo aniversario de boda (también la llegada de los 40 para don Jaime de Marichalar), la Infanta Elena y su esposo han hecho saber, a través de los Reyes, de viaje oficial en Galicia, que esperan su tercer hijo.
Ocho años de matrimonio, dos pequeños, Froilán y Victoria (uno más en camino) y la gran satisfacción de haber demostrado, una vez más, que el amor rompe todas las barreras y hace que lo imposible se convierta en algo real y alcanzable.

Por fin, y después de dos duros años, los duques de Lugo, y muy especialmente la infanta doña Elena, vivirán una verano mucho más especial. Por un lado, su estando de gestación; por otro, la increíble evolución de don Jaime que camina casi perfectamente y se maneja muchísimo mejor con su brazo.... Todo esto unido, a la posibilidad de pasar las vacaciones de verano con toda la Familia Real, después de haber residido durante meses lejos de casa.

La infanta Elena ha vivido la enfermedad de su esposo con angustia -ha perdido mucho peso- pero no le ha faltado coraje ni fuerza para luchar contra la adversidad... Para estar al lado de su esposo ayudándole a superar sus miedos y sus inseguridades, las secuelas físicas y psíquicas producidas por el ictus cerebral. Armada de valor, doña Elena es como tantas otras esposas en el mundo, un ejemplo de entereza y de coraje... Pero también, una madre amantísima que afronta con ilusión y esperanza el futuro, así como el hecho de traer al mundo a un nuevo hijo.