Moulay Al Hassán, primogénito del rey Mohammed VI, recibe el 'bautismo' en Rabat

Por hola.com

Marruecos puso fin ayer a una semana de festejos por el nacimiento del futuro Rey, Moulay Al Hassán, con la celebración de la aqiqa, la ceremonia islámica que equivale al bautismo cristiano. Centenares de invitados, de pie, presenciaron junto al rey Mohammed VI, sentado, el tradicional ritual en el Palacio de Rabat.

La aqiqa, una fiesta que reviste una importancia particular en la vida social y familiar de Marruecos y que refleja asimismo el arraigo de las costumbres de este país, coincidió con el Aid, la gran celebración musulmana que conmemora el nacimiento del profeta Mahoma. Un motivo más, por tanto, de júbilo y regocijo para los ciudadanos marroquíes, que se echaron a las calles a lo largo de estos siete días para el festejar el feliz acontecimiento.

El sacrificio de corderos
El sacrificio de dos corderos, sobre una superficie de mármol cubierta con sal, se convirtió en el momento estelar de la ceremonia con la que Marruecos celebraba la llegada al mundo del Heredero del trono, Moulay Al Hassán, llamado a ser el decimosexto monarca de la dinastía alauí. A continuación, los servidores agasajaron con leche y dátiles a todos los invitados: cortesanos, altos funcionarios, diplomáticos....

Asimismo, esta ceremonia permitió a sus conciudadanos ver de nuevo a la madre del recién nacido, Lalla Salma, de 25 años, que desde el nacimiento del pequeño se había mantenido apartada de la vida pública. Mientras que el Príncipe heredero fue fotografiado, pocas horas después de nacer, en brazos de su padre, la Princesa no fue hasta ayer cuando posó por primera vez para los fotógrafos junto al Rey y el pequeño Moulay en brazos.