Noor de Jordania: Las memorias de una Reina (IV)

Por hola.com

rezar por su salud y por su paz mental. Si uno de nosotros ha de ser llamado por Dios, elígeme a mí... El regreso a Mayo, continua la Soberana, no tuvo nada que ver con la primera vez. "Las células cancerígenas se estaban extendiendo muy deprisa. Hussein ingresó en cuidados intensivos y, aunque al principio soportó el tratamiento y fue llevado de nuevo a su habitación, poco a poco comenzó a estar más callado y a buscar respuestas con sus gestos y sus expresiones...".

"Fuera, miles de ciudadanos jordanos mantenían una ansiosa vigilia bajo el chaparrón. El día después de nuestra llegada a casa fui caminando hasta el centro médico con nuestros hijos para pedirles que rezaran conmigo por el Rey. La desesperación de la nación era palpable... Dentro del hospital la familia de mi esposo se reunió para despedirlo. Sus hermanos, su hermana, sus primos, sobrinos y sobrinas y sus ex esposas... Todos habían venido a rezar por el Rey mientras él yacía inconsciente... Su vida gloriosa estaba declinando rápidamente. Alguno de sus hijos permaneció en el suelo alrededor de su cama. La última mañana, caminé entre los hijos dormidos para tener un último y tranquilo momento con él, aunque yo ya le había dicho adiós de muchas maneras.

Murió el 7 de febrero de 1999... Había estado nublado toda la mañana y en el mismo momento en el que el corazón del Rey se paró, los cielos se abrieron y empezó a llover torrencialmente. Él miraba a la Meca cuando falleció y tenía la misma edad que el profeta Mohammed.