Noor de Jordania: Las memorias de una Reina (IV)

Por hola.com

Nada más empezar a recuperarse de los efectos de la anestesia, el Rey quiso saber qué había sucedido en quirófano y qué le estaba sucediendo.

"Musité: 'El procedimiento fue bien Sidi (informalmente Hussein era conocido por todos, incluida la familia, por Sidi, que significa señor)'... luché para que mi cara no temblara y las lágrimas no brotaran".
"‘¿Qué encontraron?’, preguntó". "Majestad, creemos que es un linfoma" (contestó el médico).

"Mi marido parpadeó. Claramente asustado... Pero él era más fuerte que yo. Extendimos las manos para un abrazo. '¿Qué será lo próximo que hagamos?', dijo a modo de pregunta".

Inmenso dolor y tristeza
No fue antes de que llegara la noche, cuando la Reina, ya sola, pudo permitirse exteriorizar sus sentimientos de inmenso dolor y tristeza. "Sentí mucho miedo, una ansiedad sin límites al pensar que podía perder a mi marido, mi amigo y querido amor e inspiración.... Habíamos sido marido y mujer durante 20 años, padre y madre, compañeros de la vida en las crisis internacionales y en las peleas domésticas en Jordania. Yo estaba unida a él con todo mi corazón en su búsqueda de la paz en la región... Y es que, por encima de todo, nosotros compartíamos un inmenso amor por Jordania y el objetivo de la prosperidad para nuestro amado pueblo. Perder a ese hombre sería una catástrofe en todos los niveles imaginables. Él simplemente no podía morir".

La clínica se convirtió en su hogar. Tenían a su disposición una suite de lujo con cocina, comedor y una habitación en la que la Reina dormía cerca de su esposo... El resto de la familia y el séquito se hospedaban en un hotel cercano conectado al hospital por un túnel.

Debíamos de luchar juntos
"‘Insha´Allah’ decimos en árabe. (Dios te bendiga). Mi marido creía como todos los musulmanes, que todas las cosas, buenas y malas, venían de Dios y que Dios era el que nos proveía de unos hombros apropiados para llevar lo que tuviéramos que llevar. Yo compartía la creencia de Hussein y estaba convencida que no sucumbiría al cáncer. Dios había le había enviado esa batalla y nosotros debíamos luchar contra la enfermedad juntos. Hussein recibió tratamiento de quimioterapia seguido de un trasplante de médula".