En un recuadro de su autobiografía la Reina recuerda lo vulnerable que era al cotilleo y a las críticas en los primeros meses de su matrimonio. sentimientos que ilustra con algunos ejemplos verdaderamente reveladores: haber sido acusada indirectamente ( a través de La CIA) del accidente de helicóptero que costó la vida a la reina Alia para llegar al trono... y que tenía un hijo negro en Estados Unidos, "que mi hermana (que por aquel entonces estaba en la facultad de derecho) había abierto una tienda de moda en Madison Avenue, en Nueva York, para revender mi vestuario real; incluso que yo había comprado una isla asiática".
La Reina vuelve a hacer referencia a lo dañino de los rumores explicando 1991, cuando empieza a circular la noticia en Amman de que Hussein estaba teniendo un romance con una joven que trabajaba en el Diwan (un periódico jordano)... "No había ningún motivo para que yo creyera estos rumores más de lo que había creído la gran cantidad de historias restantes acerca de mi marido y yo. Pero estaba muy preocupada por los niños, expuestos a este dañino chismorreo, ya que no podíamos controlar lo que oían en la escuela...
Le planteé el tema a mi marido, aunque con un nudo en el estómago. "No se qué es lo que está pasando", le dije, "pero... si hay algo de verdad en todo esto, y tu felicidad estuviera al lado de otra persona, por favor, dímelo porque te quiero lo bastante como para dejarte ir".
Hussein me miró verdaderamente sorprendido. Movió la cabeza de un lado a otro, con una expresión desconcertada en su rostro. "No", dijo "no hay nada de verdad en los rumores. Solamente son historias".
