Una vez más, Asma Al Assad, esposa del presidente, Bashar Al Assad, asumió la función de Primera Dama de Siria difundiendo la imagen de la modernidad y la sofisticación de su país durante el Foro de la Mujer y la Educación, que ha congregado en Damasco a las integrantes de la Organización de Mujeres dentro de la Liga Árabe para defender la lucha por los más desfavorecidos, la igualdad de las mujeres, así como la educación y la infancia.
Asma, bellísima, discreta y muy sensible, forma parte, junto a la reina Rania y Lady Suzan Mubarak de Egipto, de esta organización, que tiene como objetivo exaltar y garantizar los derechos de las mujeres en el mundo árabe, luchar contra cualquier forma de segregación y desarrollar los instrumentos necesarios para combatir cualquier injusticia con el fin de que prevalezca definitivamente la paz y la protección de los derechos humanos. En la Liga se hallan representados 22 países, entre los que se encuentran, Jordania, Siria, Egipto, Marruecos, Túnez, Argelia, Palestina, Turquía, El Líbano...
Asma Al Assad, que dio el mejor ejemplo de lo que ella y su esposo, el presidente Bashar Al Assad, consideran que debe ser hoy en día la mujer siria (una mujer con plenos derechos igual que el hombre), recibió al pie de las escalerillas de sus respectivos aviones privados a las representantes, Reinas y Primeras Damas de estos países, entre las que se encontraban Rania de Jordania, la esposa del rey Bahrain, Sheikha Sabika, Susan Mubarak, de Egipto, y Fátima Bashir, de Sudán.
A pesar de su juventud -la primera Dama de Siria tiene 26 años y su marido, 35-, Asma, que acaba de celebrar su segundo aniversario de casada, se ha erigido, junto a la reina Rania, en una de las representantes más elegantes del mundo así como en otro referente al que mirar en Oriente.