Los soberanos Abdala y Rania de Jordania, defensores del establecimiento de una política internacional absolutamente pacifista, se trasladaron hasta Suiza para asistir al Foro Económico Mundial. Un instrumento para la instauración de un régimen global neoliberal y, al mismo tiempo, un perfecto agente publicitario para sus miembros: las 1.000 corporaciones más grandes del mundo y las 1.000 empresas con ‘Crecimiento Global’.
Junto a otros 30 jefes de Estado, dos mil empresarios, decenas de economistas, académicos y artistas, la reina Rania compareció, por primera vez como miembro del consejo de la WEF (World Economic Fundation), en la 33ª edición de este foro, que tiene lugar, desde el pasado 24 de enero, en la localidad suiza de Davos, bajo el lema "Construyendo la Confianza".
Por su promoción del diálogo El consejo, que contribuye a reforzar la misión del foro de mejorar la actual situación mundial mientras se beneficia de un red de contactos con otros líderes internacionales y del acceso al conocimiento de la vanguardia, extendió su invitación a Rania de Jordania en reconocimiento al importante papel que ha desempeñado en la promoción del diálogo para encontrar soluciones a los conflictos. Ofrecimiento que la reina hachemita, única representante del mundo árabe de este gabinete, recibió ya el pasado mes de septiembre de 2002 junto a Graca Michel, la esposa del antiguo presidente sudafricano Nelson Mandela.
Una línea de paz para el desarrollo global Durante su intervención en Davos, junto a su esposo, el rey Abdala de Jordania, la reina Rania subrayó, ante más de 300 delegados, "la importancia de la creación de una línea de paz para el desarrollo global; un puente de esperanza de un futuro mejor para todo nosotros, ricos y pobres". Asimismo, Rania dedicó un importante capítulo de su discurso para hablar de las mujeres árabes y occidentales.
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