Las palabras de Federico (a primera vista muy prudentes y en absoluto reveladoras) han desatado una auténtica revolución. De hecho, por primera vez, en dos años de relación, los empleados de Casa Real, creen que el compromiso llegará, sin duda, con la primavera. Antes o después de que la Reina y Federico viajen a India... De momento -el año acaba de comenzar- toca esperar... No sin antes reparar en el hecho de que la pareja ha salvado los obstáculos más importantes y que la Reina parece estar dispuesta a darles su bendición.
Las familias se conocen
Aunque Mary Donaldson ha vivido durante algunos meses en las dependencias personales del príncipe Federico, en el palacio real de Amaliemborg (antes de contar con su propio apartamento en Langelinje, zona residencial de la capital) nadie se había atrevido a afirmar, hasta las pasadas Navidades, que entre ella y la Reina existiera una buena relación. De hecho, fue el propio Príncipe heredero el que, al responder abiertamente, a la pregunta de si su madre y su novia se conocían ( "después de tanto tiempo deberían conocerse", dijo), dio lugar a que se hicieran públicos los encuentros privados y familiares en los que ha participado, junto a la Reina y su familia, la abogada australiana. Citas que aparecen reflejadas en la prensa danesa: cena en palacio de toda la familia, el día 26 de diciembre, vacaciones de caza en fin de año, y muy especialmente la primera salida de la Reina y Mary a un lugar público: un cine donde se proyectaba \"El señor de los Anillos: Las Dos Torres\". Ninguno de los asistentes dudó de que la Reina entraba en la sala con su futura nuera.
Asimismo, tampoco se había hecho público que Federico conociera a sus suegros, a pesar de que éstos han visitado recientemente Copenhague. Ahora, se sabe que no sólo se conocen y se tratan ( la última prueba, la del Puerto) sino que ha sido el mismo Príncipe heredero el que ha se ha referido a sus posibles futuros con absoluto respeto. "Son gente realmente agradable. Están orgullosos de ser tasmanos y eso es bueno\".
