Desde el Palacio de la Zarzuela, sentado junto a un árbol decorado con motivos navideños y un Nacimiento, el rey [don Juan Carlos] se dirigió a todos los españoles con su tradicional Mensaje de Navidad.
Un discurso social que centró su preocupación en la catástrofe ecológica ocurrida tras el hundimiento del 'Prestige'. El monarca instó al Gobierno y a la oposición a solucionar esta crisis y expresó su deseo: "Que todos unidos seamos capaces de poner fin cuanto antes a esta calamidad". A su vez, las emotivas palabras de don Juan Carlos fueron para elogiar a los voluntarios que continúan con las tareas de limpieza de las costas gallegas. "Tenemos una juventud generosa ayudando a los más necesitados. La misma que en Galicia está ofreciendo su esfuerzo personal. Esta juventud es nuestra esperanza y nuestro futuro".
El terrorismo fue el segundo tema que abordó [el Rey] en su discurso navideño: "No nos cansaremos de decir que el terrorismo no tiene justificación; es un crimen cobarde y un secuestro de las libertades, que atenta contra la seguridad y la estabilidad que los ciudadanos. El terrorismo es rotundamente inmoral. Provoca un desgarro en las víctimas y sus familias, a las que quiero expresar en estas fechas mi afecto y el de mi familia".
Los retos y las dificultades que existen en nuestra sociedad fueron abordadas con cierto optimismo: "Un país como el nuestro que ha sabido superar situaciones difíciles y realizar transformaciones históricas, puede y debe tener confianza en el futuro". Del mismo modo, don Juan Carlos tuvo palabras de animo para los inmigrantes, los discapacitados, las mujeres maltratadas y para los drogodependientes. El Rey finalizó su discurso con el compromiso de que la Corona seguirá trabajando por los españoles.
