Alberto de Mónaco presidió la tradicional de gala de entrega de premios organizada por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que se celebró en la capital del Principado. El hijo de Raniero de Mónaco, que siempre se ha confesado un gran aficionado de la Fórmula Uno, acudió a la entrega de premios a los mejores pilotos y escuderías del año.
Mejor piloto del 2002 Este año, el galardón al mejor piloto de Fórmula Uno recayó en un emocionado Michael Schumacher. El piloto alemán ha logrado este año hasta 11 triunfos en la que él mismo ha denominado como ‘una temporada maravillosa’. Schumacher ha superado el record de victorias en el Mundial y ha sumado casi sin despeinarse su quinto título en este año, que concluye con el galardón otorgado por la FIA. Su escudería, Ferrari, también fue premiada como la mejor del año 2002.
Recuperado del accidente El príncipe Alberto de Mónaco posó feliz y sonriente con todos los galardonados y en ningún momento dio muestras de resentirse del aparatoso accidente que el hijo de [Raniero de Mónaco] sufrió esta misma semana, mientras practicaba un descenso en bobsleigh, uno de sus deportes favoritos.
[Alberto de Mónaco], gran aficionado a los deportes de riesgo, estaba practicando este deporte, con el que se ha presentado en dos ocasiones a los Juego Olímpicos de invierno, representando a su país, con unos amigos en Austria. A pesar de la espectacularidad del percance, todo quedó en un susto, ya que el Príncipe consiguió abandonar la pista con por su propio pie, aunque eso sí un poco magullado.
