Aunque no se conocen todavía los detalles sobre las exequias en honor del Príncipe Claus, se sabe que éste recibirá sepultura, el próximo día 15, en el panteón que la Casa de Orange posee en la Iglesia Nueva (Nieuwe Kerk,) de Delft y, también, que el cuerpo del príncipe Claus será trasladado en la [carroza de oro] que, por orden de la reina Beatriz, está siendo retapizada de negro.
Inhumación privada Tradicionalmente, los restos mortales de los miembros de la [Familia Real holandesa] son llevados en carroza desde La Haya hasta Delft. Un recorrido que, tal como sucedió hace 40 años con la reina Guillermina y hace tan sólo unos meses con la reina madre de Inglaterra, será seguido por miles de personas que saldrán a la calle para rendir un último tributo al esposo y mejor consejero de la Reina.
La inhumación del cadáver en el panteón será, como manda la historia, una ceremonia a la que acudirán exclusivamente los miembros de la Familia Real. La última ceremonia fúnebre real se celebró en 1962, cuando murió la madre de la actual Soberana, Guillermina. En aquella ocasión, el féretro con los restos mortales de la Reina fue trasladado desde su lugar de residencia, Apeldoorn, a La Haya.
Su última aparición pública Poco tiempo después de la coronación de Beatriz, en 1980, -se casaron en el año 1967- el Príncipe Claus comenzó a sufrir episodios depresivos, a los cuales les seguirían otros múltiples problemas de salud. La última vez que Claus fue visto en un acto público fue en la boda del Príncipe Guillermo con Máxima, el 2 de febrero pasado. Como había sido habitual durante los últimos años, no compareció durante el Día de la Reina (la fiesta nacional de Holanda) ni en el Prinsjesdag (apertura oficial del año parlamentario, a la que suelen acudir los reyes).
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