Que el Príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, ama su tierra, es una obviedad evitable. Pero el hecho de que este afecto le cueste una investigación por parte de la Fabian Society, nos obliga a detenernos en las informaciones de la última semana.
Más de cuatrocientos mil manifestantes circularon por las calles de Londres a favor de la caza del zorro. Carlos de Inglaterra, por prudencia política, pidió a Camilla Parker-Bowles y a sus hijos que no participaran en dicha convocatoria. Sin embargo, él no pudo evitar tener un gesto de rebeldía ante lo que considera una amenaza a costumbres ancestrales de su pueblo. Por eso, y es lo que ahora investiga una sociedad vinculada al partido Laborista, escribió decenas de cartas a los miembros del Gobierno y otras autoridades defendiendo, según su parecer, los derechos de los campesinos.
Tal vez la vehemencia de su discurso; tal vez lo desafortunado de sus palabras ha provocado que una tormenta de críticas floten en torno al heredero de la Corona Británica. Ahora que se había ganado el afecto de los suyos...
