Tres meses y medio después de que el Rey de Marruecos, [Mohammed VI], y Salma Benanni, su joven esposa, contrajeran nupcias, el pasado 21 de marzo, en un acto intimísimo, con la familia, como único testigo, y tras los muros del Palacio Real de Rabat, el soberano anuncia que los próximos días 12 y 13 de julio se celebrarán, finalmente, los grandes festejos de su boda.
Turbulento momento político El Rey ha retomado, por fin, las celebraciones populares, [pospuestas, en su momento, como consecuencia del turbulento momento político] que azotaba entonces a Oriente. Según el comunicado, leído por Aurid, desde el Palacio Real de Agadir, "a raíz de los acontecimientos que se han producido en la región de Oriente Próximo y a los dramas vividos por el pueblo palestino". Una vez remitida la crisis, el Rey y su esposa Salma, una joven ingeniera de 24 años, festejarán sus nupcias "con alegría y regocijo, como cualquier otra pareja".
Una fiesta magna, llamada Arse Aunque las ceremonias más tradicionales que integran esta gran fiesta, llamada el Arse, fueron ya celebradas en "un acto familiar en el Palacio Real" de Marrakech -en una primera jornada, la novia con sus manos y pies tatuados con alheña, acompañó a sus invitadas y a las mujeres de la corte y se le mostraron los regalos del novio. En la segunda, vestida con preciosos kaftans y valiosas joyas, se reunió con su marido, el Rey-, el matrimonio, celebrará, a mediados de julio, sus fiestas nupciales, junto a los suyos, sus conciudadanos marroquíes.
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