Hasta el momento, Salma ha permanecido oculta, tras los muros de palacio. Aprendiendo las tradiciones y costumbres monárquicas, habituándose al protocolo de la corte. No habido, a lo largo de estos tres meses, ningún tipo de indicio que indique cuál será el papel a desempeñar, a partir de ahora, por la nueva reina de Marruecos. El Rey tampoco se ha pronunciado a este respecto.
Crisis política
Y es que este último trimestre -de abrumadora carencia informativa en torno a [Mohammed VI] y a su esposa- ha sido un difícil momento histórico para Oriente, donde la crisis política ha cobrado tal importancia, que ha arrinconado todos los demás acontecimientos a un recóndito lugar.
Pero a partir de ahora, con las grandes celebraciones del 12 y 13 de julio, el Rey, tal vez, retome al lado de su esposa vida pública. Y, entonces, a lo largo de los próximos meses descubriremos si, realmente, Salma ha aceptado un papel a la sombra o, en el discurrir de los días, inventará un estilo para sí misma, una vida en la que ejercer como Princesa y de la que nadie ha escrito nada hasta el momento. Un difícil camino en el que no puede dejar de considerar la opinión de los conservadores, ni tampoco la de los liberales. Caminando de puntillas hacia el objetivo, haciendo el bien y ayudando a los suyos, pero sin molestar a ningún sector.
La mujer marroquí del Marruecos del mañana
Su llegada a la corte supone el inicio de una nueva etapa. Sin convertirla en un símbolo, [los marroquíes depositan en Salma sus esperanzas], ven en ella el bálsamo a sus miserias y sufrimientos, la persona capaz de ofrecerles una nueva vida, radicalmente opuesta a la que tienen, en los hechos y en el derecho. Salma representa, tal y como anunció el Rey al principio de su reinado: "la importancia, cada vez mayor, de la mujer marroquí, en el Marruecos del mañana".
Nadie la ha visto renunciar a su identidad y en cada uno de sus gestos están presentes sus cualidades naturales, su preocupación por los desfavorecidos, su saber escuchar, su humildad, en definitiva, su esencia humana. Ha expresado su deseo de desempeñar un papel activo, para ser útil a su país. Por eso, en Marruecos, se preguntan: ¿Será designada por el Rey presidenta de la Fundación Mohamed V para la solidaridad social? Quizá la incógnita sea revelada ahora, después de las grandes fiestas nupciales, tras permanecer ésta tres meses entre los muros de Palacio.
