El duque de Lugo, un padre y marido ejemplar

Por hola.com
Don Jaime de Marichalar, duque de Lugo y esposo de la infanta Elena, tuvo a la Familia Real y a España entera en vilo, desde que el pasado sábado 22 de diciembre sufriera un grave infarto cerebral cuando realizaba ejercicio sobre una bicicleta estática.

Los días transcurridos, desde entonces, han sido, sin duda, los momentos más angustiosos de la infanta Elena, que vio como el padre de sus pequeños hijos Felipe Juan Froilán, de tres años, y Victoria Federica, de quince meses, se debatía entre la vida y la muerte. La dramática situación no ha podido, sin embargo, doblegar el espíritu luchador del Duque ni el amor incondicional que la Infanta le profesa, como ha demostrado sobradamente durante estos infernales días. Doña Elena estuvo desde el primer momento al lado de su marido, apoyándolo cuando éste más la necesita.

Ante la mejoría experimentada por don Jaime de Marichalar, que ya ha abandonado la unidad de cuidados intensivos del Hospital Gregorio Marañón y ha comenzado los ejercicios de rehabilitación activa, la Familia real y el pueblo español se ha ha sentido profundamente aliviado.

Y es que, desde que se anunciara su compromiso oficial con la infanta Elena, la vida del Duque de Lugo ha sido paradigma de discreción y perfecto conocimiento del papel que debía desempeñar en la Familia real española. Un hombre de sólidos principios morales, querido y respetado por todos. Un padre y marido ejemplar.