A lo largo de la historia de las monarquías, la celebración de una boda real ha conseguido paralizar, sin excepción, y aunque sólo fuera por un instante, al mundo. ¿Cómo resistirse a la puesta en marcha de tradiciones centenarias, al encuentro de una multitud de ilustres invitados, a la puesta en escena de un protocolo milenario que ahora llega, a través de las pantallas, a todos los rincones del mundo, al ambiente palaciego, y al glamour de las grandes damas con sus vestido de alta costura y sus impresionantes joyas ...? Millones de ciudadanos del planeta, - con la aparición de la radio y la televisión ha quedado demostrado- siguen pensando que las bodas de príncipes se sirven envueltas de magia.
Gran exposición prenupcial Por ello, y a modo de inauguración prenupcial, la Casa Real holandesa ha organizado en la Nieuwe Kerk, la Iglesia Nueva, el templo donde contraerán matrimonio, el próximo 2 de febrero, el Príncipe [Guillermo de Holanda] y [Máxima], una gran exposición denominada: ja, ik wil. "Si, quiero".Una exhibición de diseños de alta costura, joyas, y pequeños tesoros cuya misión es ofrecer, con motivo del enlace de Willem-Alexander y Máxima Zorreguieta, una visión histórica de las bodas reales más importantes.
Cuatro vestidos de novia Además de la mirada retrospectiva, se puede contemplar el aspecto que tendrá la iglesia el día de la boda real. De hecho, en la Nieuwe Kerk se ha preparado todo como si la boda fuera a ser mañana. Hasta el más mínimo detalle. Banderas, telas drapeadas, tapices, flores y objetos preciosos. También los cuatro vestidos de novia de las reinas Emma, Guillermina, Juliana y Beatriz, realizados en las telas más valiosas por los modistos de alta costura que fueron el reflejo de aquellas épocas.
Vajillas de zares y broches de brillantes En el templo se expone, además, la valiosísima colección de objetos que la princesa de Anna Paulowna recibió como espectacular dote para su boda con Guillermo II. Fantásticas vajillas de plata y porcelana; un enorme broche de brillantes que [Guillermo III] le regaló a Emma cuando se casaron; y la Reja del coro del siglo XVII, el lugar donde se colocarán los novios para la ceremonia... También, la carroza de oro que llevó a la iglesia a la reina Guillermina y a la reina Beatriz y que será, según lo previsto, la misma con la que Willem-Alexander y Máxima harán un recorrido por la ciudad arropados por dieciséis lacayos. .
Los recuerdos del tour de las provincias La exposición se acompaña de un ciclo de conferencias sobre temas relacionados con la boda real. Y también, de una peculiar exhibición de doce tartas nupciales. Las realizadas por las provincias que recorrieron los Príncipes y cuyos modelos compiten entre sí para conseguir llegar hasta el gran salón de banquetes del Palacio Real de Ámsterdam. El día de la boda sólo estará presente al cortar la tarta un reducido número de invitados. Sin embargo, este detalle no tiene ni la más mínima importancia para los representantes... Como tampoco lo tiene que el mismo día de la boda, el Orange Comité organice, sin los novios, una gran fiesta popular en el estadio Arena y presente una la canción compuesta especialmente para el acontecimiento: Caminar sobre el agua que interpretará un conocido cantante holandés: Marco Borsato.
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