La historia de un Rey y una tarta de frutas

Por hola.com

En 1973, Carlos Gustavo, se convirtió en Rey y, tres años después, en 1976, contrajo matrimonio en la catedral de Estocolmo con la azafata Silvia Sommerlath. En la actualidad es, entre todos los soberanos del mundo, el único que eligió esposa siendo ya un monarca. Un cuarto de siglo después, el Rey de Suecia, vuelve a erigirse como protagonista de la realeza porque, posiblemente a lo largo de la historia de las monarquías ningún Rey haya recibido un tartazo en plena cara.

El hecho, que tuvo lugar en las cercanías de la ciudad de Varberg, donde Carlos Gustavo había estado visitando, en compañía de la reina Silvia, una estación natural de pájaros, fue asumido por el soberano con mucha naturalidad. Prueba de ello es que, con restos de tarta todavía sobre su cara, se dirigió al joven amablemente para preguntarle: ¿Qué te ha pasado?... ¿Por qué, se preguntó el mundo?... El autor, un joven cocinero de 16 años, y su pandilla, detenida pocas horas después, -todos han sido puestos ya en libertad- decidieron que la visita del Rey a la zona de era la oportunidad perfecta para originar un debate nacional: ¿Monarquía sí o no? "No se trataba de nada personal contra el Rey, aunque sí contra la Institución", dijo este joven durante los interrogatoios y nunca pude imaginar que la repercusión fuera tan enorme.

La acción de este cocinero, arropado por su pandilla de cuatro amigos, fue frenada al instante por los guardaespaldas del soberano que lo tumbaron sobre el suelo, pero abrió en la Casa real una gran interrogación: ¿cómo había podido sortear sin mayor problema la custodia policial? Ahora, estudian la posibilidad de aumentar el número de agentes de seguridad en sus salidas oficiales.