A la edad en la que otros comienzan a pensar en la jubilación, Simeón de Bulgaria ha iniciado una aventura sin precedentes en la historia. A sus 64 años se ha convertido en el primer soberano que se presenta y gana unas elecciones democráticas en su país de origen. Además, en su caso, se da la circunstancia de que el monarca puede utilizar el título de Rey en una nación a la que la Constitución reconoce como república ya que, cuando los comunistas abolieron la monarquía búlgara y siendo él ya un rey-niño, sus enemigos nunca le obligaron a abdicar.
En los próximos días, el Rey de Bulgaria hará público qué camino político va a tomar; su decisión personal como jefe de un Gobierno de coalición... Primer ministro, presidente de la nación, -para ello debe modificar la Constitución actual- o restauración de la monarquía. Aunque, a la vista está, Simeón no parece tener prisa y se está tomando todo el tiempo necesario para no dar ni un solo paso en falso. Siguiendo el ejemplo de sus gran amigo el rey don Juan Carlos -durante [25 años de Monarquía] y desde su residencia de Madrid ha encontrado en el Rey de España a un gran maestro- sabe que hay que esperar a que los acontecimientos se produzcan y que éstos jamás deben ser provocados.
Sus ocho millones de compatriotas creen en él y así se lo han dicho a través de las urnas. En sus manos han depositado la ilusión y la esperanza de que conduzca a una nación mísera a la riqueza y a la libertad de una verdadera democracia... En cuanto al monarca, agradecido y emocionado por los últimos acontecimientos vividos, ha dicho que a él lo que realmente le preocupa no es su futuro político sino que la mayoría de los búlgaros vivan en la miseria cuando otros disfrutan, gracias a la corrupción, de una existencia en la opulencia. " Somos un país bendecido por Dios y nuestra tierra es riquísima... Los búlgaros y yo, dice el Rey, nos hemos entendido y no hemos necesitado intermediarios. Hay bastante más simeonistas que monárquicos y yo -añadió haciendo referencia a que que no le extrañaría que a partir de ahora hablaran de él como el Rey republicano- no soy quién para juzgar por qué tienen esa simpatía hacia mí, pero la tienen".
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