Don Felipe de Borbón, recto y seguro de sí mismo, se arropó, en la reunión de los Herederos, en la princesa Victoria pero, también, en Alois de Liechtenstein ya que, ambos, son los únicos herederos al trono de una monarquía europea nacidos en el seno de una familia real que se ha mantenido fiel a las normas que sustentan la historia de todas las coronas: matrimonios iguales y princesas de sangre azul. Cuatro décadas después de las bodas de sus padres, los Reyes de España, y los Príncipes de Liechtenstein, Felipe de Borbón podría ser, junto a Alois,-casado con la princesa Sofía de Baviera- el único Príncipe heredero de Europa que ayude a equilibrar, celebrando un matrimonio de corazón y estado, esta situación sin precedentes en la historia de las monarquías... Aunque, repasando sus relaciones sentimentales, todo hay que decirlo, y a diferencia de Alois, no parece que vaya muy encaminado hacia esa dirección. De igual forma, volviendo a la fotografía de Luxemburgo, llama la atención que Mette-Marit, siempre arropada por su prometido, el príncipe Haakon de Noruega, aparezca al lado de Felipe de Dinamarca. El Heredero del país hermano a lo largo de los siglos. No podemos olvidar que estas dos naciones compartieron reyes durante 500 años y que fue confundida su historia durante siglos.
