Investigaciones científicas realizadas a lo largo de las últimas tres décadas aseguran que el periodo más importante del desarrollo humano está entre los 0 y los 8 años de edad, y ¿cuál es la mejor herramienta de aprendizaje para los peques? El juego, sin duda, ya que está considerado como la estrategia ideal de enseñanza para ellos.
“El juego es parte del desarrollo infantil, y está constituido por las actividades en las que el niño hace una representación o imita movimientos relacionados a un juguete. El juego en la infancia va evolucionando a medida que el niño va desarrollando destrezas o habilidades motoras, cognitivas, sociales, emocionales y de lenguaje. Todo esto va a determinar o a fomentar el tipo y el nivel de juego en cada niño”, nos cuenta María Ángela Chirinos, Psicóloga, especialista en psicología clínica (@psicokids21).
El juego está muy relacionado con los intereses personales del niño, sus gustos más sobresalientes y, a partir de ello, el peque genera un aprendizaje. “Cuando un niño se divierte, aprende para enfrentarse a las situaciones de su entorno”, asegura.
Pero, hay veces que los niños toman solo un tipo de juego o juguete como principal con el que, como padres, podemos pensar que están ‘obsesionados’, algo que en psicología se conoce como ‘intereses intensos’ y se refiere a “la preferencia, motivación o pasión, por parte de los niños a objetos o actividades específicas. No es solo un interés puntual, es un gusto desmedido o alta curiosidad sobre algo muy concreto. Las características más llamativas de estos intereses es que son duraderos, tienden a permanecer largos periodos de tiempo, se enfocan en diferentes objetos que tengan eeesimilares”, nos explica la experta.