“El parto normal es el proceso fisiológico con el que la mujer finaliza su gestación a término (entre las 37 y las 42 semanas cumplidas). Su inicio es espontáneo, se desarrolla y finaliza sin complicaciones, culmina con el nacimiento de un bebé sano y no necesita más intervención que el apoyo integral y respetuoso. Después de dar a luz, tanto la madre como su bebé se encuentran en buenas condiciones”, según definen desde la Asociación Española de Pediatría (AEP). Pero, además, de intervenir los factores biológicos de cada mujer también entran en juego los psicológicos, culturales y ambientales.
Todo ello culmina en que la mujer debe sentirse, por tanto, en todo momento, respetada y vivir su parto como una experiencia positiva en todo momento. Para ello existen unas guías sanitarias y recomendaciones de la OMS que hay que seguir en todo momento.
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