Hace miles de años el ser humano comenzó a cultivar sus primeros productos: unas hortalizas. Un hecho que fue clave para el desarrollo de nuestra especie y que nos permitió pasar de la vida nómada a la sedentaria, establecernos en pequeños grupos y sociedades e intercambiar todos nuestros conocimientos entre unos y otros. Son los inicios de la agricultura, pero también de la creación de los primeros huertos. Sencillos, pequeños y, generalmente, sin una variedad muy extensa. Pero suficientes para su autoabastecimiento. Algo que, debido al impulso de una vida más sostenible entre las nuevas generaciones, está convirtiéndose en una tendencia al alza: crear tu propio huerto urbano.
En el caso de los niños, además, les invita a realizar una actividad con sus propias manos y pasar tiempo en familia, entre muchos de sus beneficios:
- La familia consigue ahorrar dinero si se organiza bien.
- El menú diario es mucho más saludable y sostenible, mostrando interés por los alimentos, por las diferentes especies vegetales.
- Se aprende mucho sobre biodiversidad, te acercas a la naturaleza.
- Aumentas tu tiempo al aire libre.
Por eso, con la ayuda de Jordi Font, autor de Huerto fácil con niños (Larousse), hemos querido elaborar un pequeño manual de lo que tienes que saber y lo que necesitas para crear un huerto con tus hijos.
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