Los girasoles son flores que nos recuerdan al verano. Si recorremos España con el coche o hemos viajado estas vacaciones por alguna de sus carreteras, lo más seguro es que hayamos podido disfrutar, en algún punto, de campos llenos de estas flores amarillas que miran siempre hacia el sol. Por eso, hemos pensado que es un buen momento para llenar nuestra casa con ellos. ¿Por qué? Porque el año avanza, mira hacia el otoño y nos gustará tener en casa el recuerdo de esos bonitos momentos vividos en los meses estivales. Decoran nuestro hogar, pero también son un bonito regalo.
La gran mayoría de tutoriales que encuentras por Internet te invitan a crearlos con papel crepé, muy manejable y con un aspecto final muy parecido a lo que viene a ser un girasol. Sin embargo, para los niños quizás es un poco más complicado contar con él, por lo que hemos pensado en hacerlos con cartulinas. El resultado no es tan realista, pero nadie las confundirá con otras flores. Todo el mundo sabrá identificarlas. Además, no necesitas más materiales que los que ya tienes casi con total seguridad en casa. A lo sumo, que no cuentes con el color exacto de las cartulinas que, en este caso, debe ser respetado.
Un original abanico casero para aliviar el calor de estos días