¿Quién de nosotros no ha hecho nunca un cuadernillo de verano cuando era pequeño? Así es, llegaban las vacaciones y una de las cosas que más queríamos evitar en el mundo era hacer deberes. Te decían que, por lo menos, le dedicases un par de horas al día a repasar los contenidos aprendidos durante el curso escolar y se te hacía un mundo. Eso sí, la tarea mejoraba cuando, al menos, había un cuaderno repleto de colores y ejercicios un poco más ameno.
Como la gran mayoría de las cosas en esta vida, los años de experiencia son un plus y, ahora, esos cuadernillos de verano son hasta divertidos. Sí, cuando tus hijos abran alguno de los que te proponemos, no querrán desprenderse de él. En esas dos horas de repaso (los expertos aseguran que estar casi tres meses sin recordar los conceptos estudiados en el colegio es demasiado tiempo) conseguirás un detox digital, cada vez más difícil de conseguir, en el que tus hijos practicarán ejercicios de lengua, matemáticas, inglés o disfrutando de unos pensamientos que trabajan la inteligencia múltiple.
Los hay que repasan las lecciones por temáticas, los que lo hacen de manera global y por curso escolar, o los que buscan una manera aún más divertida, creando un diario en familia en el que se trabaja, entre otras cosas, la escritura creativa. Depende, sobre todo, de la edad y de la motivación del niño el elegir uno u otro.
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