Cada vez son más las familias vegetarianas que acuden a las consultas de los pediatras, nutricionistas o dietistas para informarse acerca de cómo instaurar esta dieta en la alimentación de sus bebés.

Una decisión que despierta mucha controversia en el mundo de la maternidad, ya que la elección de llevar una alimentación vegetariana no solo se basa en la forma de comer,sino en las razones de por qué se come así. “Efectivamente, el desconocimiento sumado a la desinformación existente en las redes sociales, entre otros, muchas veces conducen a tener prejuicios sobre ello. Sin embargo, un beneficio que estoy viendo mucho en mi consulta de nutrición pediátrica online es que generalmente estas familias llevan una alimentación mucho más variada y de mayor calidad nutricional, comparando con la alimentación de bebés y niños/as omnívoros de Occidente. Mi postura es que cada uno haga lo que considere oportuno, teniendo la información actualizada en su conocimiento y contando con una buena supervisión nutricional, porque ‘mi/tu/su’ libertad acaba donde empieza la de esas familias. ¡Hakuna matata!”, nos introduce Paula Ruiz Mallol (@nutricionistadecine), Dietista - Nutricionista, Doctoranda en nutrición pediátrica en la Universidad de Valencia y Consultora de Lactancia Certificada IBCLC.

Cómo empezar con la dieta vegetariana con tu bebé

A la pregunta de si un bebé de 6 meses, cuando comienza su alimentación complementaria, puede hacer una dieta vegetariana, la respuesta es: “Sí, los niños y niñas pueden llevar una alimentación vegetariana, incluso vegana, si está bien planificada. Según la asociación de profesionales de la alimentación y nutrición más grande del mundo (Asociación de Nutrición y Dietética de los EEUU) las dietas vegetarianas, incluyendo las veganas, planificadas de manera adecuada, son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la niñez, la adolescencia, la edad adulta, así como para deportistas. Sin embargo, este estilo de alimentación no solo lo respalda esta entidad, también otras entidades de referencia en pediatría como la Academia Americana de Pediatría (AAP), Asociación de Dietistas de Canadá, Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología...”, nos explica la experta.

Y como dice el conocido dicho, ‘debemos empezar por el principio’. Lo más importante es informarnos y dejar asesorarnos por un profesional que nos guíe y nos de una serie de pautas. La experta recomienda comenzar como lo haríamos con los bebés que empiezan con una dieta considerara ‘común’ o ‘normal’ (una dieta omnívora), es decir, “dándole la importancia que merece a la lactancia como alimento principal durante este periodo y a la presencia frecuente de fuentes dietéticas de hierro y zinc, ya que son nutrientes clave en esta etapa de la vida. Sin embargo, las fuentes dietéticas de estos nutrientes concretos en estos casos serán vegetales, y deseablemente serán las mismas fuentes (o muy parecidas, con pequeñas adaptaciones) a los alimentos que toman sus progenitores y hemanitos/as”. Y aclara: “Recordemos que la alimentación complementaria es un periodo de aprendizaje y amor (según la Organización Mundial de la Salud) que se caracteriza por que los bebés empiecen a comer alimentos saludables propios del hábito y la cultura que hay en su hogar”. Según pasan los meses los niños irán adquiriendo hábitos saludables en la mesa y su dieta irá evolucionando y cada vez incorporando más alimentos.

En el caso de las dietas vegetarianas en niños, ¿qué alimentos no pueden faltar? “Lo primero que no debe faltar es la lactancia a demanda, ya que es el alimento que cubre más de la mitad de sus requerimientos nutricionales y calóricos de 6 a 12 meses. Luego, también son importantes los alimentos vegetales ricos en hierro y zinc, que son las legumbres y sus derivados, los frutos secos y semillas trituradas, los cereales integrales, el huevo (si la familia lo incluye voluntariamente en su alimentación), entre otros. Además, recomiendo poner en marcha estrategias nutricionales para fomentar el aprovechamiento de estos minerales, como por ejemplo tomarlos junto a fuentes de vitamina C (como las frutas locales y de temporada), a remojo, cocidos, germinados, tostado previamente, etc.”, recomienda Paula.

Ejemplo de menú vegetariano para bebés y niños de hasta 3 años

Si ya resulta un tanto complicado comenzar con la alimentación complementaria para muchos padres (sobre todo para los primerizos), hacerlo con una que sea además sea vegetariana puede suscitar muchas más dudas.

Preguntamos a Paula, para que nos guíe en este sentido, y la experta nos propone este menú para un día completo: “Podría ser el siguiente, teniendo en cuenta que la mejor opción es que te enseñen a haceros vuestros propios menús familiares completos de forma personalizada”:

Desayuno:

• Lactancia a demanda antes de la toma
• Pan integral sin sal con tomate y aceite de oliva virgen extra (AOVE)
• Agua

Media mañana:

• Lactancia a demanda antes de la toma
• Fruta local y de temporada (blandita - madura)
• Agua

Comida:

• Lactancia a demanda antes de la toma
• Hummus de garbanzos con AOVE
• Pimientos asados
• Naranja

Merienda:

• Lactancia a demanda antes de la toma
• Porridge de avena con plátano maduro y almendras tostadas y trituradas
• Agua

Cena:

• Lactancia a demanda antes de la toma
• Puré de calabacín y patata con topping de semillas de lino trituradas y AOVE
• Tortilla francesa bien cuajada
• Kiwi

*Lactancia a demanda el resto del día - noche

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Hay que tener en cuenta que esta dieta debe ser suplementada con vitamina B12, como pasa en cualquier dieta vegetariana o vegana, ya que esta no se encuentra en ninguno de los alimentos vegetales de forma activa.

Tal y como recomienda la nutricionista: “Es conveniente suplementar al bebé con gotitas de cianocobalamina desde los 6 meses, quedando la dosis a pautar de forma personalizada por un/a nutricionista especializada en nutrición pediátrica vegetariana. La vitamina B12 es la única que se suplementa en todos los casos de vegetarianismo en infancia, pero hay otros nutrientes a valorar individualmente por su profesional de salud que pueden ser también necesarios a la hora de administrarlos mediante suplementación. Además, en nuestro medio, todos los bebés (sea cual sea su estilo de alimentación) durante el primer año de vida se suplementan de forma generalizada con vitamina D”, nos informa.