Bebé amamantando©AdobeStock

Lactancia

¿Qué hacer cuando la lactancia materna no va bien?

La lactancia materna puede ser la experiencia más gratificante del mundo si todo va bien, pero pueden darse algunas dificultades que la compliquen y que en consecuencia se convierta en un verdadero problema para la mamá.

Hay que tener en cuenta que el inicio de la lactancia no es fácil para ninguna madre y que a eso hay que sumarle el posparto junto con la llegada del nuevo bebé. “Normalmente cuando estás embarazada lo que más te preocupa es el momento del parto. Te centras y pones todas tus energías en que el parto vaya bien, en estar preparada para ello… y esto es así porque es lo que más incertidumbre nos causa. Es algo desconocido para nosotras y genera un poco de miedo y respeto. Por este motivo se deja de lado la lactancia”, nos cuenta Celia Padilla, matrona especialista en lactancia y fundadora de Oh Mamá Matrona (@ohmamamatrona)


La preparación a la lactancia es igual de importante que la preparación al parto

Las madres primerizas, sobre todo, es difícil que imaginen que la lactancia va a ir mal. Y es que se trata de un acto puramente biológico y natural, que se da por hecho que irá sobre ruedas, pero nada más lejos de la realidad. La lactancia materna es tan desconocida como el parto y no se es consciente de ello hasta llegado el momento de tener que poner al bebé en el pecho. Según la experta las claves para conseguir una lactancia materna exitosa son:

  • Una buena formación previa
  • Conseguir un buen agarre del bebé
  • Tener una buena asesora de lactancia
  • Detectar los problemas que pueda haber (si los hay) y solucionarlos con la ayuda de un profesional actualizado

“Lo ideal es informarse a través de profesionales y fuentes fiables. Y aún así, es normal que a las mamás les surjan dudas cuando se vean con su bebé en brazos. Y ahí el papel de las matronas es fundamental. Estamos para asesorar y orientar a las madres en un momento de gran impacto emocional y con un asunto tan importante como es la lactancia, sea del tipo que sea”, aconseja Celia.

Bebé y mamá dando el pecho©AdobeStock

 

Cuáles son los principales problemas por los que la lactancia materna puede ir mal

“Normalmente los principales problemas de lactancia están relacionados con dos cosas: las madres al principio no tenemos la experiencia y nos cuesta adaptarnos a la llegada del bebé y por otro lado, el bebé puede tener las condiciones adecuadas para que se enganche bien al pecho, que succione, que lo haga bien... pero que no termine de darse una lactancia exitosa. Cuando esto sucede, la mayoría de las veces con pequeños consejos e intervenciones conseguimos grandes avances”, explica la matrona.

Y es que debemos tener desde el primer momento unas expectativas reales de lo que es la lactancia materna para luego no llevarnos sorpresas cuando aparezcan los problemas. Entre las cosas más importantes de la lactancia debes saber que el bebé debe comer a demanda, sin horarios y que la lactancia no duele. No se trata de sufrir ni de aguantar el dolor, debe ser una experiencia placentera tanto para el bebé como para la mamá. “Un mal asesoramiento. Malos consejos. Profesionales desactualizados. Desinformación previa. Un mal agarre. Una mala preparación y expectativa de lo que puede ser. Cuando una lactancia empieza mal es complicado remontarla al 100%, porque ya empezamos subiendo una montaña y bastante montaña es la maternidad como para añadir otra mochila más”, explica Celia. “Si trabajamos sobre una buena base lo más probable es que la lactancia vaya bien”, afirma.

Pero también existen otros factores que pueden influir negativamente como son el parto o las características anatómicas del bebé: “La anatomía de la boca puede que esta no sea la perfecta para hacer una buena succión y haga que la mamá esté incómoda, a esto lo llamamos anquiloglosia. No tanto que tenga frenillo porque eso lo tenemos todos, sino que ese frenillo le limite la movilidad de la lengua y como consecuencia se den molestias en la mamá o problemas en producción de leche”, explica. Mientras que también puede darse que: “Haya mujeres que tengan hipogalactia, que es una baja producción de leche. Pero esto ocurre en un porcentaje muy bajo, les pasa al 5% de las mamás”, revela Celia.

Las mejores posturas para dar el pecho

Según nos cuenta la asesora de lactancia no existe una postura que sea mejor ni peor, sino aquella en la que la mamá se encuentre más cómoda y no haya dolor: “Intentar hacer un ejercicio de autoevaluación de tu postura y si encuentras alguna tensión intentar relajarla porque dar de mamar requiere mucho tiempo de tus 24h y si estás en una posición incómoda probablemente acabes con dolor de espalda, molestias, pinzamientos, calambres… y no sea algo agradable. Al final lo importante es disfrutar de la lactancia”, aconseja. En cualquier caso, estas son las más recomendadas por los expertos:

  • Postura de cuna: sentada cogiendo al bebé en brazos cerca de tu pecho. Es la más común.
  • Postura de crianza biológica: teniendo al bebé en paralelo y la mamá un poco recostada que para el inicio de la lactancia es muy útil.
  • Postura de rugby: como si cogiéramos al bebé como si fuera un balón de rugby, lo cogemos con la misma mano que le demos el pecho en un lateral nuestro.
  • Postura tumbada en la cama: sobre todo para los primeros días, tumbada de lado paralela al bebé y el bebé tumbado de lado pegado a la mama.

Al final conseguir un buen agarre es una de las claves para que lactancia materna vaya bien y para eso hay veces que quizás necesitemos la ayuda de un profesional que nos guíe y nos enseñe a colocar al bebé y cómo hacerlo: “En las asesorías yo corrijo desde la distancia porque es importante que lo consiga la propia mamá. Si yo se lo coloco y luego yo me voy, al final la que se queda con el bebé 24h es su mamá, por lo que la madre es la que tiene que tener la sensación de que lo logra. Las matronas y asesoras de lactancia nos atamos las manos en una consulta a no ser que sea algo de extrema urgencia.

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La mejor lactancia es aquella con la que la mamá y el bebé son felices

Entrar en una espiral de malos pensamientos y negatividad es más fácil de lo creemos cuando no se logra una la lactancia materna exitosa y es que dar de mamar tiene un componente social muy importante que a veces es demasiado cruel y que termina por estigmatizar a las madres. “Para un bebé lo mejor es lo que es mejor para la mamá. Hay veces que nos centramos en dar la leche materna porque es lo mejor para el bebé pero lo más importante es que la mamá esté bien y eso pasa porque su lactancia vaya bien, sea la que sea: exclusiva, mixta o artificial”.

Y es que entre las necesidades de un bebé no solo está la de comer, sino que las atenciones, cuidados y el cariño son primordiales. Celia nos explica que lo fundamental es: “Evitar el sentimiento de culpa. No se es mejor ni peor madre por no haber conseguido amamantar y mirar hacia el futuro en positivo. Si su deseo es tener otros bebés y dar el pecho, hay que intentar contactar con un profesional que haga una valoración integral de lo que sucedió en esa lactancia. De esta forma ver los errores que se pudieron cometer en la anterior no se repitan y ayudar a la mamá a conseguir su objetivo de dar el pecho”.