Es posible que, aunque te encanten las bodas, cada vez que te llega una invitación pienses (además de en la alegría de los novios) en los gastos que implica: el regalos, el vestido de invitada, el desplazamiento si es fuera… Esto supone un reto no solo para la organización de los fines de semana, también para el bolsillo de los asistentes, más aún si uno de esos 'sí, quiero' es el tuyo propio. Este es el caso en el que me encuentro y en el que se ubican varias de mis amigas y hoy vamos a desvelarte los trucos que aplicamos para sobrevivir económicamente a estos meses repletos de celebraciones, ideas que te ayudarán a ahorrar y harán más fácil disfrutar al completo de cada una de esas experiencias.
Vestidos de invitada compartidos
El look de una puede ser el look de todas. La amistad también puede ser un vehículo para tener un armario compartido y que, entre vosotras, podáis prestaros vestidos y accesorios para dar forma a estilismos muy favorecedores. Es cierto que conviene que tengáis un tallaje similar, pero los complementos son universales y también son un elemento de préstamo que puede transformar cualquier prenda por completo.
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