"No contamos con wedding planner, lo hicimos todo nosotros. Al trabajar en el mundo de la moda y las bodas tienes una gran sobrecarga de información, lo cual es genial porque conoces todo el abanico de posibilidades que existe y sabes que no te van a faltar ideas ni detalles, pero eso es un arma de doble filo. A la vez, eres extremadamente exigente y te acabas comiendo la cabeza por cosas que realmente no son tan importantes, y en ocasiones necesitas que alguien te frene y te recuerde que, al final, lo importante es lo importante".