Nació en Guetaria y allí se enclava su museo, pero el vasco más ilustre en el universo de la moda cruzó las fronteras y triunfó en París. Con su desfile en la Barcelona Bridal Fashion Week ha sido otra vasca la que ha que le ha rendido un espectacular, sincero y silencioso homenaje a Cristóbal Balenciaga. “Yo no soy Cristóbal. Nadie, nunca, será jamás Cristóbal”, dice Sofía Arribas, directora creativa de Sophie et voilà y creadora de una colección repleta de matices. Porque la firma tiene mucho que decir. “Esta colección no va de inspirarme en su obra, ni siquiera va de emular su técnica o de su maestría. Eso sería, como poco, una osadía imperdonable”, concede. Para su colección bautizada como Cristóbal, la firma se mantiene fiel a su visión cultural, preciosista y arquitectónica. Un total de 15 piezas demuestran que blanco, negro, pedrería, volantes de tafeta, bolsillos plastones, siluetas fluidas, transparencias y piezas desmontables pueden convivir en armonía y resultar imponentes en su sencillez. ¿El último de los detalles? Carteles 'retro' al más puro estilo salón parisino para celebrar que la firma volvía a la pasarela.
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