Poniendo en evidencia nuevamente que la timidez no se encuentra en su registro, Sophie Karoly recurrió a un segundo vestido de novia con encaje floral con lentejuelas bordadas y mangas largas repletas de pedrería. La amplia falda de capas asimétricas resultó ser desmontable, revelando un tercer diseño totalmente diferentes, ceñido y con detalle de abertura.