"Celebramos la boda el domingo 13 de junio de 2021. En un principio, nuestra boda iba a ser el 26 de junio de 2020, pero por la pandemia, tuvimos que posponerla. Decidimos hacerla ese día porque, por temas laborales, Bernardo no podía en otra fecha y, aunque yo soy bastante supersticiosa, decidimos celebrar el día más bonito de nuestra vida un día 13", comparte Alejandra.
"La boda en la primera fecha iba a ser en Zaragoza, pero al estar viviendo actualmente en Córdoba, por el tema de la pandemia y de los desplazamientos y organización, era más fácil celebrarlo en Córdoba. Cuando empezó la pandemia, creíamos que no iba a alargarse tanto como para no poder celebrarla en nuestra primera fecha, pero a medida que fueron pasando los días y meses, tuvimos que tomar la decisión de posponerla para el año siguiente. Fue una decisión difícil por la ilusión tan grande que teníamos. En ese momento solo queríamos que todos nuestros amigos y familiares estuviesen bien".
"Siempre tuve muy claro que quería que organizaran mi boda Lara y Laura de la Petite Mafalda. Las conocí en la boda de mi hermana y me parecieron geniales en todos los sentidos. Fue con las primeras que contacté en cuanto supe que nos casábamos, y estuvimos en contacto, organizando la boda hasta que llegó la pandemia. Pero por las circunstancias en las que tuvimos que hacerla finalmente, no pudieron estar con nosotros ese día".
"Fue una boda totalmente distinta a lo que iba a ser si no hubiese venido la pandemia. En principio éramos 300 personas. Cuando pospusimos la boda, uno de los motivos era que no nos veíamos con tantísima gente en una boda estando la situación como estaba. Pensábamos que en 2021 podríamos hacerla tal y como lo habíamos pensado".
Vestido de novia liso y sencillo de Inés Martín Alcalde
"Íbamos a ser solo 16 personas, entonces, fue cuando les dijimos a las Petite Mafalda, que con muchísima pena, ya no íbamos a necesitar ayuda porque iba a ser algo muy familiar. A mes y medio de la boda, veíamos que las cosas habían mejorado en los últimos meses, y nos daba mucha pena que no tuviéramos por lo menos a nuestros amigos más íntimos el día más importante de nuestra vida. Así que, decidimos ampliar a 38 personas. Nos faltó muchísima familia y muchos amigos, fue difícil tomar la decisión de celebrar nuestra boda así, pero creíamos que era lo correcto y lo que sentíamos en ese momento. Todas y cada una de las personas que no pudieron estar, las sentimos muy cerca y de alguna manera nos acompañaron".
"Yo soy enfermera y estoy trabajando en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. En diciembre de 2020 los casos empezaron a subir y en urgencias veíamos como empeoraba la situación de una manera que daba miedo. Por lo tanto, Ber y yo decidimos que la boda no podía ser con tanta gente, ya que no podíamos asumir la responsabilidad de que ocurriera algo. Muy a nuestro pesar decidimos que la boda sería con nuestros padres, hermanos y sobrinos".
"A pesar de cambiar de ciudad, de lugar de celebración, siempre tuvimos claro que queríamos un ambiente sencillo, rústico y agradable. Nos gusta mucho lo natural fuese cual fuese el sitio. Me encantan las flores, quería que cuando estuviésemos en cualquier momento de la boda, siempre hubiese colorido de flores y con un aspecto muy natural y alegre. Gracias a Andaluflor de Córdoba, fue mucho mejor de lo que me imaginé".
"En la vida hay que disfrutar de las pequeñas cosas y cuando ocurre algo como esta pandemia, y cuando tienes a tus seres queridos lejos y no puedes verlos ni saber como están realmente, valoras todo mucho más. No pudieron venir todos nuestros invitados pero todos nos hicieron sentir que iban a celebrar nuestra unión tanto como nosotros. Eso es muy especial".
"Ber es un enamorado de la cerveza, queríamos que en el cóctel hubiese un puesto de cerveza en el que ponía 'El rincón de Ber'. Le hice una sorpresa y encargué unas pegatinas como si fueran las de Estrella Galicia con nuestros nombres y la fecha de la boda. Las pusimos en las cervezas del cóctel y también para que los invitados pudieran llevárselas de recuerdo. Acabaron pegándoselas en el brazo las chicas y en el traje los chicos".
"Como finalmente nos casamos en Córdoba, yo no conocía a ningún peluquero ni maquillador, pero me recomendaron a Ángel de Macestilistas. Fue un descubrimiento y acierto total. Me hizo sentir muy cómoda desde el momento que lo conocí. Es una persona pausada y tranquila y eso me dio toda la confianza del mundo".
"Nunca tuve claro como quería que fuera mi vestido de novia, lo único que tenia claro es que quería que me representara, quería que fuera muy yo, sencillo pero con algún toque distinto. Cuando supe que me casaba, siempre tuve claro que quería que me lo hiciera Inés Martín Alcalde. Me parece una diseñadora muy especial, y lo confirmé cuando la conocí. Es serena, cercana, cariñosa y con una elegancia que me apasiona".
"El ramo es de las cosas más especiales de ese día. Me encantó la luz que tenía. Mis primas y hermanas me regalaron el lazo que rodeaba al ramo, que era de cuadritos de vichy negro y blanco, en el que ponía 'ojalá siempre'. El lazo es de una tienda online de mi prima, Marta Fidalgo, que se llama ojalá siempre".