El día de la boda las novias tienen la oportunidad de deslumbrar e incluso cumplir sueños, con prendas, accesorios y escenarios que solo son aptos para la celebración de un enlace. No obstante, deslumbrar no implica apostar por un look con el que la protagonista no se sienta cómoda. Esta es la una de las cuestiones más importantes que Isabel tenía muy presente al decidir el estilismo, el maquillaje y la peluquería que la acompañarían hacia el altar. “Menos es más. Casi siempre me peino con una coleta y ese día quería seguir siendo yo, no quería disfrazarme de novia, sino vestirme de novia”, confiesa. Así lo hizo y para acompañar su sencilla ponytail, la diseñadora Beatriz Álvaro, autora del espectacular diseño que lució, le confeccionó también un lazo de muselina que ató con un nudo, “que quedó original e iba genial con el vestido”.
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