"En ese pensamiento empezamos a encontrar una enorme paz y el convencimiento de que lo importante por encima de todo era declararnos amor ante Dios y que el resto ya vendría en un momento futuro", nos cuentan los novios. Entonces surgió un dilema, ¿cómo y cuándo casarse? Dudas que despejaron muy rápido, mantendrían su fecha original, el 23 de mayo. Y llegó el gran día. Catarina y David celebraron una boda íntima a la que asistieron 15 invitados ataviados, como ellos, con mascarillas. No faltaron los geles desinfectantes, y sí los besos y los abrazos. Pero la emoción fue visible en los ojos de la pareja y de los asistentes en todo momento.